Ratafia
Ca Roman

Representación líquida
de un paisaje

Las vecinas de la calle Parral en Rasquera, cada año elaboran la ratafía siguiendo la receta de la tía Berta, con más de 50 años de tradición. En 2008, Gloria Pedrós entró a formar parte de esta memoria viva aportando su granito de arena. El ultimátum de la tía era claro, o aprendían a hacerla con ella o la ratafía desaparecía. Después de varios años de práctica, en el año 2017 se decidió poner en valor la receta familiar y comercializarla.

«Es por San Juan cuando nos disponemos a recolectar las hierbas aromáticas por diferentes zonas de Rasquera (Sierra de Cardó) y recogemos las nueces de nogal familiar de Benissanet, ambas poblaciones situadas en la Ribera del Ebro. Una vez hemos limpiado los ingredientes, los separamos en medidas y los añadimos junto con el aguardiente en las damajuanas de boca grande. Según la receta original familiar, la dejamos reposar en las damajuanas durante cuarenta días al sol. En Rasquera, la tradición marca que el período de reposo es el comprendido entre San Juan y la fiesta mayor de la localidad, Santo Domingo, que se celebra el 4 de agosto. Transcurrido el período de maceración, colamos el contenido de las damajuanas y lo filtramos, añadimos 300 gramos de azúcar por cada litro. La ratafía reposa dentro de las damajuanas hasta junio del año siguiente, cuando la volvemos a filtrar y la embotellamos.»

Desde el segundo año de producción, la ratafía que se pone en el mercado es la elaborada el año anterior, el reposo es una parte importante en el resultado final. Todo el proceso de elaboración de la ratafía es exclusivamente artesanal y los procesos son realizados con herramientas manuales, donde no interviene la electricidad. Recientemente han incorporado el corcho a los tapones y eliminado el plástico del precinto. La producción es limitada, botellas, sólo se produce por San Juan y con el método ancestral de sol y serena.

Productos

«Rata fiat», el orígen

Dice la leyenda, según Mossén Cinto Verdaguer, que la ratafía fue inventada por un campesino catalán que la ofreció a tres obispos en un brindis para sellar un pacto. «Rata fiat» es una expresión latina que significa «queda firmado».

La auténtica ratafía, con el método ancestral de sol y serena.